Enredada en la nostalgia
vas hurgando en el vacío
de tu corazón,
buscando restos de algo vivo.
Asfixiada en tu mortaja estás penando
y te ha dejado hasta la soledad
como quien deja a un amigo;
No creo en tu pesar,
lo que duele es el olvido.
No creo en tu pesar,
lo que duele es el olvido.
Ese amor te queda viejo
y un fantasma en el espejo
te devuelve lo que quieras ver,
siempre y cuendo no sea mucho.
Y es el brillo de lo nuevo
lo que asusta y te da miedo
arriesgarte
a elegir otro camino.
No creo en tu pesar,
lo que duele es el olvido;
No creo en tu pesar,
lo que duele es el olvido.
jueves, 4 de septiembre de 2008
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